La red EoC-iin Cuba sigue creciendo, entre el acompañamiento a los empresarios, nuevas iniciativas solidarias y formación compartida
fuente: Red EoC-iin Cuba
Junio de 2025 – La Habana. En un contexto social y económico marcado por profundas dificultades, la Red EoC-iin Cuba se confirma como un punto de referencia para quienes desean hacer empresa con una mirada humana y comunitaria. Durante el primer semestre de 2025, se han intensificado las actividades de acompañamiento a los empresarios, gracias también a las visitas de Ernesto Figueredo a Santiago, La Habana y Cienfuegos. Los miembros de la red cuentan:
«La gente aprecia no solo la ayuda técnica y profesional, sino sobre todo la cercanía personal. Son momentos para desahogarse, recuperar fuerzas y no perder la esperanza».
En Santiago de Cuba, en colaboración con el Centro Loyola, se han organizado talleres para reforzar las competencias gestionales de los empresarios, siempre desde la perspectiva de la Economía de Comunión. Recientemente, uno de los mejores profesionales del acompañamiento empresarial que colabora con la red EDC ha subrayado la importancia del servicio que ofrece Economía de Comunión, sobre todo porque contribuye a la regeneración de valores que se han perdido y que él considera fundamentales para el futuro del país. De hecho, existe la convicción generalizada de que el pueblo cubano ha sufrido un profundo daño antropológico y que es necesario trabajar en este aspecto para construir una sociedad renovada.
También se está acompañando a algunas personas que están pensando en iniciar nuevas actividades económicas. Una de ellas es «Pic Pac», que produce y vende palomitas de maíz. Robert, uno de los fundadores, cuenta:
«Contratamos a una joven madre muda que tenía dificultades para encontrar trabajo. El problema, obviamente, era entender cómo gestionar la comunicación con los clientes. Se nos ocurrió que, mientras esperábamos comprar
una pizarra electrónica, podíamos usar tarjetas escritas a mano. Ha sido interesante ver que los clientes, al darse cuenta de su discapacidad, colaboran y aprecian su esfuerzo. Intentamos que nuestros dos empleados se sientan como en familia. Intentamos transmitirles nuestros valores. Por ejemplo, algunos días reservamos unas palomitas para regalárselas a algún anciano o niño que pasa por allí y no tiene dinero o le falta algo».

La empresa no se limita, pues, al beneficio, y los propios empleados participan activamente en estas iniciativas solidarias.
En Cienfuegos, en la parroquia de Lajas, el padre Marcelo tenía una pequeña fábrica de rosarios que funcionó muy bien durante un tiempo, hasta que fue gestionada por un artesano que luego abandonó el país. Posteriormente, la actividad fue continuada por un grupo de ancianas de la parroquia, pero algunas de ellas también emigraron o enfermaron. Un grupo de jóvenes decidió ponerse a fabricar rosarios, decenas y pulseras con el último material disponible.
Nos cuenta el padre Marcelo:
«Ha sido muy interesante porque actualmente hay cinco chicas que pueden cubrir los gastos universitarios con lo que ganan fabricando estos artículos. Ayudamos a la parroquia, pagamos a las chicas y recuperamos la inversión para continuar con la producción. Ha sido una gran alegría ver que, aunque las circunstancias han cambiado, siempre se puede ayudar a las personas, especialmente en este momento de pobreza que vive nuestro país».
Durante la última visita de Ernesto Figueredo a La Habana, un encuentro con algunos de los miembros más cercanos a la Economía de Comunión permitió reflexionar sobre la identidad profunda del proyecto EdC:
«Surgió el deseo de profundizar en las raíces de la Economía de Comunión para no perder nuestra identidad.Queremos consolidar un grupo más amplio y formarnos mejor en los valores de la EdC»
En un país que se enfrenta a retos complejos, la Red EOC en Cuba sigue sembrando esperanza, construyendo relaciones, generando valor y promoviendo una nueva cultura económica, basada en la reciprocidad y la dignidad de la persona.