Novena entrevista en vídeo de la serie «Flashes of Life & Roots»: el protagonista es el empresario «pionero» de la Economía de Comunión Giacomo Linaro
Vuelven las entrevistas del proyecto «Flashes of Life & Roots»: hemos decidido entrevistar a una serie de «pioneros de la EdC» para recopilar las «perlas preciosas» que contienen las experiencias de aquellas personas que, en diferentes partes del mundo y en diferentes contextos culturales, han respondido de manera radical a una vocación común: la de dar vida, con su propia vida, a la Economía de Comunión.
El noveno protagonista de nuestra serie de entrevistas es el empresario italiano Giacomo Linaro. Nacido en Liguria hace 76 años en el seno de una familia sin recursos, no pudo continuar sus estudios y pronto tuvo que aprender un oficio: reparar lavadoras y frigoríficos. En 1972, Whirlpool le propuso dirigir el servicio técnico en Liguria y él aprovechó la oportunidad para fundar su propia empresa, pero con la condición de hacerlo con personas que compartieran el ideal de la comunión. El encuentro con el Movimiento de los Focolares había encendido en él una luz que nunca se apagó.
«Desde el principio nos dijimos: debemos ganar el dinero necesario para vivir y para la empresa, pero el resto, los beneficios, debemos destinarlos a los pobres».
El punto de inflexión llega en 1989 con el nacimiento de la cooperativa dedicada a Roberto Tassano, amigo y compañero de ideales. Y cuando en 1991 se lanza Economía de Comunión, Giacomo y sus socios están perfectamente en sintonía con la propuesta y se adhieren inmediatamente:
«Hemos nacido para ayudar a los pobres y hemos comprendido que hacerlo también podía significar darles trabajo, aunque nosotros no lo tuviéramos».
Con el paso de los años, la cooperativa 
crece, se estructura en un consorcio de cooperativas y se convierte en un motor de desarrollo para el territorio, reconocido por instituciones de todas las tendencias políticas como un verdadero bien común. De los cinco socios iniciales de la primera cooperativa, con el tiempo se llega a crear trabajo para más de 1500 personas, manteniendo la alta calidad de los servicios ofrecidos a pesar del elevado número de trabajadores procedentes de situaciones problemáticas.
La relación con el territorio se vuelve tan fuerte que, cuando la sede de la cooperativa corre el riesgo de ser desalojada, todos los alcaldes de la zona, desde Génova hasta La Spezia, se movilizan. «Hicieron consejos municipales en nuestra fábrica, todos: seis o siete ciudades, todos en asamblea. Todos de acuerdo», recuerda Linaro. ¿El resultado? La Región de Liguria ha creado una fundación para construir una nueva sede, aprobada por unanimidad por representantes de todos los partidos políticos.
«Nunca hemos dicho «somos de Fulano o de Mengano». Somos personas que quieren vivir el ideal de la comunión».
El consorcio se convierte en un punto de referencia para organismos públicos, órdenes religiosos y servicios sanitarios, ofreciendo trabajo a personas en dificultades, incluso con programas de recuperación de adicciones, con rigor y humanidad: «Quien recaía en las drogas era suspendido, pero sabía que perder el trabajo significaba perder una oportunidad. Y muchos lo han conseguido gracias al trabajo en la cooperativa, mientras que habían fracasado en las comunidades de recuperación». Giacomo no oculta las dificultades:
«Hemos cometido muchos errores, pero cuando los compartimos, en unidad, se resuelven. Yo lo llamo Providencia».
Para Linaro, la economía de comunión no es una estrategia, sino una vocación.
«Hay que ser profesional, llevar las cuentas en orden, trabajar con justicia. Pero sobre todo: hacer a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti».
Su consejo a los jóvenes empresarios es claro:
«Solo es difícil. Buscad compañeros con los que compartir. Ahí es donde nacen los milagros».
¡Escucha la entrevista y únete a esta iniciativa!
En esta página encontrarás las entrevistas anteriores de la serie Flashes of Life and Roots.