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El economista de veinticinco años con «corazón de médico»

Las historias de EoF: Andrea Stringhetti es un joven doctorando que estudia el efecto de la crisis sobre el aumento de las desigualdades y la pobreza.

Maria Gaglione

Original italiano publicado en Avvenire el 16/11/2019.

Muchos son los jóvenes italianos que desean participar en el evento The Economy of Francesco. Estudiantes, doctores investigadores y profesores. Ciudadanos del mundo que entienden de economía política, econometría, finanzas, administración de empresas, desarrollo sostenible, lucha contra la pobreza. Andrea Stringhetti es uno de ellos. Uno de los más jóvenes. Con veinticinco años y un grado en economía, se encuentra al comienzo de su doctorado en economía política y pública en la Ecole Polytechnique de París. Hablamos con él por teléfono, en la biblioteca del campus universitario. Con voz aguda nos cuenta las grandes preguntas que han guiado su elección. 

«Cuando, al terminar la escuela superior, tuve que elegir facultad universitaria, estaba muy indeciso entre medicina y economía. Durante un tiempo esperé que las pruebas de ingreso decidieran por mí, pero resultó que podía acceder a ambas. Tras otro periodo de indecisión comprendí que mi deseo profundo era estudiar economía, pero manteniendo un “corazón de médico”, es decir prestando atención a las personas, sobre todo a los últimos. Por este motivo empecé a estudiar economía. Durante muchos años he buscado personas en el campo académico que tuvieran esta visión del mundo. He encontrado hombres y mujeres que me han ayudado a entender que la economía, a través del estudio y la investigación, puede estar al servicio de las personas». El estudio como vocación para servir a los demás y sobre todo a los más frágiles, a los que nadie ve, a los hombres y mujeres que quedan fuera del sistema o padecen sus consecuencias. Este es el impulso que ha llevado a Andrea a estudiar economía: «Quería entender y profundizar en las causas y las consecuencias de la crisis del sistema económico (estamos en 2013, al comienzo de su carrera universitaria, ndr), y el paradójico aumento de las desigualdades. No me conformaba con las noticias del telediario, sentía que tenía que estudiar para comprender directamente los problemas estructurales de la economía mundial».

En su trabajo de fin de master, Andrea se concentró sobre todo en el estudio de las desigualdades, profundizando en el efecto de la información sobre la percepción de la verdad, experimentando una forma de contrastar las fake news. Su estudio ha confirmado que estas inciden sobre todo en los sectores de la población que, por distintos motivos, tienen un menor acceso a una información profunda y plural.

«Cuando leí la invitación del Papa, decidí presentar mi candidatura, porque Francisco es hoy la autoridad mundial que pide más atención al hombre y sobre todo a los últimos. Desde ese momento empecé a informarme y, junto con algunos compañeros y profesores de universidad, pusimos en marcha un itinerario de preparación».

Dejamos que Andrea vuelva a sus estudios. Su proyecto de investigación se encuentra todavía en sus comienzos. Nos lo contará en Asís, con su corazón de médico y un futuro todavía por escribir.

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