Crónica de seis días de intercambio "Together we Grow-youth towards an inclusive Economy», celebradas en Krizevci (Croacia)
Escrito por Marta Pancheva
Seis días han pasado juntos un grupo de estudiantes y jóvenes, algunos en busca de trabajo y otros ya empleados, de siete países distintos, con una gran variedad de lenguas, culturas, ámbitos de estudio y profesiones. Un marco polifacético de metas y esperanzas, vidas y costumbres, condición previa indispensable para cualquier intercambio verdadero.
En esta atmósfera del 16 al 22 de octubre se celebró en Krizevci (Croacia) el proyecto "Together we grow-youth towards an inclusive economy" financiado por la Comisión Europea. Algunos estudiantes de economía venían atraídos por el deseo de descubrir una nueva dimensión económica que incluyera aspectos como la creatividad, el espíritu emprendedor, la gratuidad, la reciprocidad y la lucha contra la pobreza.
Otros se preguntaban si una convicción profunda y la colaboración compartida con otras personas serían capaces de cambiar realmente el mundo que les rodea. Otros finalmente acudían para descubrir instrumentos concretos con los que dirigir su realidad hacia una visión más "humanista", incluso en el ámbito económico. Y algunos simplemente habían decidido participar por el deseo de conocer personas nuevas.
Motivaciones que se han intentado cumplir en los distintos momentos del programa. Durante los primeros tres días, los jóvenes participaron en el encuentro de empresarios de EdC procedentes de varios países europeos y así tuvieron la posibilidad de escuchar numerosas experiencias sobre los principios de la comunión aplicados a los distintos aspectos de la vida empresarial. Anouk Grevin esbozó con más detalle los rasgos característicos de los empresarios y del estilo de gestión "de comunión". Luego Luigino Bruni dió un verdadero empuje a los jóvenes, recomendándoles que fueran responsables, protagonistas del mundo que les rodea, orgullosos de formar parte de una minoría que puede resultar "profética" para el mundo de hoy. Particularmente importantes fueron los talleres sobre ocho temas diferentes, en los que los jóvenes pudieron plantear a los empresarios sus propias observaciones, preocupaciones, experiencias y preguntas.
En los dos días siguientes a la marcha de los empresarios, hubo más tiempo y espacio para conocerse mutuamente y compartir las distintas impresiones acumuladas durante el encuentro. Entre momentos de comunión y evaluación de la experiencia vivida, entre un juegos y momentos de descanso, se logró crear ese clima de amistad verdadera que permite superar las diferencias y experimentarlas como una riqueza.
El grupo visitó dos empresas locales. La primera era del sector de la ingeniería mecánica, en el que se intenta unir cada vez más la búsqueda de la calidad del producto con poner en primer lugar a la “persona". La segunda era la guardería “Rayo de sol”, donde se intenta educar a los niños desde pequeños según la cultura del dar y de la comunión. Especialmente afín a los intereses de los jóvenes resultó el taller sobre el impacto de los medios de comunicación en la sociedad de hoy y sobre las oportunidades de conocimientos y de trabajo que pueden ofrecer si se usan correctamente.
El encuentro concluyó con una visita a la ciudad de Zagreb y una última velada juntos, antes de que cada uno regresara a su país. Muchos expresaban el deseo de volver a encontrarse pronto para continuar juntos el camino emprendido, a la búsqueda de un mundo y de una economía más justos que creen un espacio en el que cada persona pueda desarrollar con responsabilidad sus ideas y talentos.