Gran interés de la Iglesia colombiana por el proyecto EdC
San Gil (Colombia): Presentación de la EdC a los representantes de 25 diócesis
por Silvano Roggero
Se reunían para hablar de “economía de comunión” en sentido general. Es lógico: para vivir una espiritualidad de comunión hay que vivir también una política de comunión, una economía de comunión… y nos invitaron a presentar la EdC.
Estamos hablando de un grupo de 25 diócesis colombianas, justo la tercera parte de la realidad episcopal de Colombia. Estas diócesis tienen algo en común: todas ellas han adoptado un “Plan de Renovación y Evangelización” (PDRE) que se inspira en el “Movimiento por un Mundo Mejor”. Del 22 al 26 de agosto estaban convocados en San Gil, para celebrar su encuentro anual, obispos y vicarios de pastoral y de economía de las distintas diócesis, con el fin de “reflexionar sobre la realidad, discernir y asumir compromisos sobre la economía de comunión en el presbiterio diocesano, como expresión de la espiritualidad de comunión, a la luz de la palabra de Dios y del magisterio de la Iglesia”.
Salimos de Bogotá el día anterior (23/8) y durante siete horas y media recorrimos los 300 km. que nos separaban de San Gil. Sabíamos que habían confirmado su participación unas 50 personas, incluidos 17 obispos, vicarios y ecónomos diocesanos. Por eso tratamos de prepararnos de la mejor manera posible, ya que disponíamos de bastante tiempo para nuestras intervenciones. Después de la presentación del obispo local Mons. Carlos Germán Ruiz Mesa, comenzamos presentando el Movimiento de los Focolares, el humus sobre el cual nació el proyecto, pasando seguidamente a presentar la EdC con la ayuda de un vídeo y de diversas experiencias, para terminar con una intervención sobre la “cultura del dar”, retomando los puntos tratados por Vera Araujo el pasado mes de mayo en Brasil.
Se formaron 5 grupos de trabajo. A cada persona se le entregaron 7 preguntas sobre las que debía trabajar primero individualmente y después en grupo.En la introducción a las preguntas se decía: “No es cuestión de escribir un tratado sobre la vida de las diócesis y de las parroquias a partir de la experiencia de la EdC. Más bien se trata de conocer más profundamente las características de la EdC para después comprender cuáles son los aspectos típicos de la EdC que pueden ayudar o aportar algo nuevo y útil a la vida de las diócesis y de las parroquias y concretamente cómo puede esto llevarse a la práctica". Las preguntas versaban sobre la cultura del dar, la gestión de comunión, la pobreza, la reciprocidad y la gratuidad y estaban encaminadas a facilitar la reflexión sobre cómo encarnar estos valores en el seno de la realidad diocesana y parroquial.
El trabajo fue muy apreciado. En el programa estaba previsto terminar con una sesión plenaria para exponer la síntesis del trabajo en grupos, pero no fue así. Todo el tiempo restante se utilizó en responder a las preguntas que surgieron del trabajo de los grupos. Intervino el arzobispo de Barranquilla, una ciudad de la costa caribeña, Mons. Jairo Jaramillo Monsalve: para decir: “Yo sólo llevo allí algunos meses, pero si reuniera a un grupo de empresarios con los que estamos en contacto como diócesis, ¿vosotros estaríais dispuestos a venir a hablar con ellos?”. Esa era precisamente una de las cosas que habíamos pensado proponer a los obispos como conclusión de los trabajos, pera esta pregunta nos precedió.
Así pues, el diálogo continúa. ¡Os mantendremos al corriente!